Hacer acrobacias en una pestaña puede parecer más complicado de lo que es, pero a fin de cuentas se la puede remar. Para desmitificar el mundo, este blog-cajón de sastre con las crónicas de un acróbata mal pago.

miércoles, 9 de abril de 2014

Sigue como si nada

Esa boca sigue encendida, como un motor que alguien olvidó apagar. Bla, ble, bli, blo y, cuando pienso que llega al blu, sigue.

Faltan 15.

La boca sigue en marcha, hablando sobre lugares que no conozco. Mescla Estambul con chasquidos de saliva. Bla, ble, capital, bioma, bli, que consigamos el mapa físico-político.

Faltan 10.

Ble, bli, que el martes que viene es el día D y que mejor estemos preparados. Puta madre, otra amenaza. Ya es la quinta en el día. La primera fue cuando me sonó el aviso de que me habían retwitteado y la boca se cabreó.

Ya faltan 5.

La boca sigue. ¿Cómo hace? El cuerpo al que está pegada ya está al borde de la jubilación, se le termina la nafta. ¿O esa boca será gasolera?

Ble, bli, blo y no llega al blu. Esa boca se salteó las clases sobre el alfabeto o es una sádica. Pero no de las que son sádicas porque chusmean sino de las que te retienen enredándote en su chamuyo.

Falta 1.

¿Cuánto le queda en el tanque? Si esa boca fuera un auto, le pincho las gomas para que no vuelva a andar por un rato. Aunque lo único punzante que tengo a mano es la Bic trazo fino. ¿Le quedará bien como piercing si se la clavo? La verdad que la Bic duele: dolió cuando Juan Cruz me la encajó en el hombro al pelotudear en una clase anterior con la boca.

No puedo dejar de mirarla. Creo que esa boca se da cuenta de que le tengo bronca y aprendió hipnotismo solo para hacérmela más difícil.

¡Ring!.

Puta madre. Ahora vuelvo a recordar que esa boca no sabe de timbres o relojes. Con lo grande que es, bien podrían ponerle un parquímetro y controlar que no se pase del tiempo. Así conseguirían que no siga hablando de las actividades económicas en Oriente Medio.
".