Joven desastroso a los ojos de una sociedad del look, de la tiranía del arreglo (diría Violencia Rivas), si has llegado al punto que este cronista detallará a continuación has encontrado un hermano de sangre en el mundo, otro cultor del estilo
croto casual como lo hemos dado en llamar con
monsieur Facundo.
...Ese día no quedaba nada. Ni siquiera la nada misma para recordarme lo que hacía falta hacer o haber hecho. Nada en la heladera, nada en la agenda, nada en una tele que había extraviado el control remoto. O eso se decía, si el control no se le fue de caravana.
Ella cayó tipo 7 ese sábado; todavía ni rastros del anochecer entre los cables del Mondongo Soho.
Mate y un par de divagaciones después me hizo la pregunta que, en su despiste, yo esperaba que no se le cruzara por la cabeza.
–¿Por qué tenés puesta una campera de algodón si hace como 35º?