[Al correrse el telón
puede verse el living de una casa: sillones, mesa ratona, televisor infaltable.
La puerta que conecta esa sala con el exterior se abre. Poe ella entra PEDRO, quien
trae en su mano peluda un portafolios desgastado]
Pedro: Querida,
llegué [deja el portafolios en uno de los
sillones]
Laura: Hola
amor.
[Pedro corre una de las cortinas de los
ventanales. Luego, al darse vuelta observa que la cuarta pared se ha derrumbado.
Mira un instante]
Pedro: Laura,
¿otra vez esos seres parásitos que nos miran sentados en fila desde el otro
lado de la pared?
Laura: [cansada] Sí, están desde hace media hora
sentándose y tosiendo. Ya ni quiero entrar a la sala.
Pedro mira
cansado al suelo
Pedro: Es todo.
Llamo al fumigador. Esos bichos voyeuristas me tienen harto. O mejor los fumigo
yo
[Luego de extraer un
rociador y acercarse a donde estaría la cuarta pared, rocía. Uno a uno caen al otro lado de la
inexistente cuarta pared. Pedro se
sienta en el sillón y prende la televisión. Cambia de canal insatisfecho
constantemente]
Pedro: Sabés,
Laura. Deberíamos ir al teatro uno de estos días. Para cortar con la rutina.
[Telón]
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