Hacer acrobacias en una pestaña puede parecer más complicado de lo que es, pero a fin de cuentas se la puede remar. Para desmitificar el mundo, este blog-cajón de sastre con las crónicas de un acróbata mal pago.

jueves, 30 de agosto de 2012

Crónica platense 7: Perder

Esa noche estuvo llena de secuencias. Secuencias febriles. Una fue correr hasta la parada del micro, tras hacer el bolso a los pedos. Otra fue bajarse del micro al llegar a destino.

Pero entre tantas unidades de acción (y convirtamos esto en un guión) se produjeron extravíos. Uno fue el de una chica a la que ya no vi más a partir de una discusión vespertina ese día. El otro fue el adiós al celular, que quedó como huérfano en el asiento del micro o quizá huyó de un dueño negligente.

Otra vez incomunicado. Ahora por unos tres días. Sin pedirlo ni buscarlo encontré unas vacaciones de la hiperconectividad. Al menos no perdí dos ríos, un continente. La pérdida no fue un desastre ni un arte: fue sólo uno más de los extravíos.

Después pensé en el tiempo perdido. Tiempo que nunca dediqué a hacer un respaldo de contactos que necesitaba. Me puse a pensar: de cuántas personas quedé aislado por un pequeño aparatito andrajoso y gastado, del que se decía, emite ondas cancerígenas. Un rumor pseudocientífico muy años '90. Aunque en los '90 quizá el contacto con otros no habría dependido de tan poco.

***

Hoy lo vi de vuelta. Seguía decolorado, con la pintura raspada en los mismos bordes tristes. Ahí estaba la raspadura en la pantalla, que en realidad era un cigarrillo apagado con furia en un episodio "conyugal".

Lo vi en una fila, pero no lo saludé como a un viejo amigo. Estaba en manos de otra persona que lo protegían de mis argumentos de propietario. ¿Volvió para decir que seguía en el mundo? Bien gracias, no necesitaba saberlo. Ni recordar mi falta de organización que me llevó a perderlo.

Y lo volví a perder, ahí en en esa hilera de gente. Esta vez sé en el bolsillo de quién funciona, bolsillo cual triángulo de las Bermudas. Para la próxima vez que nos encontremos quizá ya sea tecnología obsoleta y le saque la lengua en señal de que yo reiré al último.

2 comentarios:

  1. jajajajaja!!!! me encantan tus crónicas de despistado! los colectivos son tu perdición eh! o parece que te sentís como en tu casa::: o dejás tus pertenencias, o vas en pantuflas!!!

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  2. Quién será el anónimo o la anónima? Es el misterio de este blog

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